miércoles, 3 de enero de 2018

“LA REINA DEL MIEDO”, OPERA PRIMA DE VALERIA BERTUCCELLI, SE ESTRENA EN LA ARGENTINA EL 22 DE MARZO

(Información de prensa) Seleccionada para competir en el Festival Sundance 2018, La reina del miedo (Argentina, 2018) se estrenará comercialmente el 22 de marzo. Opera prima de Valeria Bertuccelli (en el triple rol de co-directora, guionista y protagonista), la película producida por Rei Cine, Patagonik y Marcelo Tinelli, cuenta con las labores actorales de Diego Velázquez, Sary López, Puma Goity y Darío Grandinetti. Fabiana Tiscornia es la otra co-directora del filme. 


A sólo días del esperado estreno de su unipersonal, la famosa actriz Robertina no logra concentrarse y vive en un estado de ansiedad constante. La expectativa es mucha y la presión también, pero Robertina vive con angustia su vida absurda, llena de fobias, paranoias e intrigas domésticas que parecieran protegerla de algún peligro más oscuro. Lejos de adentrarse en los preparativos, Robertina aún no sabe qué va a hacer. 


Un día, rumbo a uno de sus erráticos ensayos, Robertina recibe un llamado. Su gran amigo Lisandro, que vive del otro lado del mundo, se ve puesto a prueba por el destino. Para desesperación de su representante y sus productores Robertina desaparece. Y aparece, en Dinamarca. 


Lejos de casa, Robertina se deja llevar y consigue ver su existencia absurda. Junto a Lisandro pelea contra el miedo, se emborrachan, hacen papelones. Conversan sobre la amistad, el sexo, la vida y la muerte.


Robertina sabe que hay una vida esperando por ella en Buenos Aires, pero está dispuesta a destruir todo para poder ser quien es.


Nota de la directora, Valeria Bertuccelli: 
La odisea de Robertina comienza y termina de noche. Una noche que, como una ávida boca negra, intenta tragársela para arrastrarla hacia otro lado. Movimientos inferidos, siluetas apenas vislumbrables y sonidos ominosos la envuelven dentro de su más preciada protección: el pánico. Vestida con su capa de miedo, nuestro super héroe intenta seguir el camino que va desde tratar de ser una persona normal a rendirse ante su yo más real; poético, salvaje y errante. 


No es a través de la razón que entenderemos los propósitos más profundos de Robertina, sino desde su vértigo, su romanticismo y libertinaje. ¿Cómo sería vivir con una conciencia exagerada de cada momento, situación o conversación en nuestras vidas? Como si cada vez que algo alcanza nuestras emociones, fuese imposible evitar pensar en que ya ha terminado, viviendo casi como en un recuerdo permanente. 


En este estado tan emocional como irracional vive Robertina. Una actriz. Muy joven para ser lo suficientemente sabia, muy grande para tener miedo o hijos. Y lo que nos parece fascinante es precisamente la posibilidad de tropezar con su vida a lo largo del crudo sistema de opresión que da forma a nuestro mundo. Nosotros, todos nosotros, tratamos de hacer el bien. Pero, ¿sabemos lo que es bueno? Entendemos esta película como una carrera contra la nada. Una brújula para perderse. 


Sólo tenemos una hoja de papel húmeda en nuestro bolsillo, en donde está el número de teléfono de la única persona que puede escucharnos. Pero nos aferramos a él con tanta fuerza que ya no es legible. Está muy arrugado. Casi destruido. Miramos nuevamente, y las pequeñas partículas de aire nos señalan un lugar. No es un camino, solo un punto de partida desde donde podemos dar el último primer paso.







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