martes, 14 de junio de 2016

SCOOBY APOCALYPSE: TRAICIÓN A LA ORDEN

Scooby Apocalypse Nº 1. Guiones: Keith Giffen. Diálogos: J.M. DeMatteis. Arte: Howard Porter. Concepto: Jim Lee. Color: Hi-Fi. Portadas: Jim Lee (regular), Howard Porter, Dan Panosian, Neal Adams, Joëlle Jones, Ben Caldwell (alternativas). Editora: Marie Javins. 32 páginas a color. DC Comics. ISSN: 61941-33864. EE.UU., julio de 2016. 

Por ahora, falta lo más importante: Los monstruos. Reales o falsos, no importa. Le hagan (o no) ese pequeño homenaje al perro Dinamita, sin monstruos Scooby-Doo no es Scooby-Doo. Entiendo que se trata de una aventura dedicada a narrar el origen del grupo destinado a ser Misterio a la Orden; y que las páginas se van intentando marcar las diferencias (y los parecidos) con el material original. Pero una cosa es la reelaboración y otra la traición a las fuentes históricas que dieron identidad al fenómeno. Si van a hacer un Perry White negro (como en la nueva saga fílmica de Superman), que inventen un personaje nuevo para ocupar ese lugar. Y listo.


Este Scooby Apocalypse de Giffen, DeMatteis y Porter, en base a conceptos ideados por Jim Lee, es un Perry White negro. Los personajes dicen ser aquellos que conocemos desde la tele en blanco y negro, pero lo único que tienen en común con mis amigos son los nombres: Fred, Vilma, Dafne, Shaggy y Scooby. Por lo demás, bien podrían ser cinco cualquieras haciéndose pasar por los verdaderos. Fred y Dafne son periodistas televisivos sensacionalistas en caída libre, Vilma es una científica con aires (y carácter) de nerd, Shaggy es un entrenador de perros con todos los tics del hipsterismo cool, y Scooby es el prototipo fallado de un perro modificado tecnológicamente.


El ruido más grande, sin embargo, me viene con el catálogo de egos, furias, independencias, ineptitudes, flaquezas, inseguridades y determinaciones varias que, con la excusa del empoderamiento femenino, terminan redistribuidos de cualquier manera entre los protagonistas. Un cambio de época que la licencia ya había solucionado (y superado cualitativamente) en Scooby-Doo! Misterios S.A. (Scooby-Doo! Mystery Incorporated, 2010-2013), estrechando lazos con mundos más adultos y oscuros, como los de H.P. Lovecraft, David Lynch y los X-Files, entre otros. 


Segundo título del combo historietístico de DC dedicado a reversionar aquellos inoxidable dibujitos animados de Hanna & Barbera que habitaron nuestra infancia (ya salieron Future Quest y Los Autos Locos, están llegando Los Picapiedra), Scooby Apocalypse desprecia la base temática del terror clásico que sostenía las tramas del cartoon para afincarse en los territorios de una blandengue cyberficción. Más particularmente, en la existencia de un virus desarrollado en los laboratorios de un complejo científico-militar que, en busca de una duradera paz mundial, parecería haber llegado a convencerse de los beneficios colaterales que (les) traería dominar a la humanidad con el apocalipsis que el título de la revista spoilea sin piedad.
Por ahora, falta lo más importante: Los monstruos. Todo lo demás, sobra. 
Fernando Ariel García

Jim Lee

Howard Porter

Dan Panosian

Neal Adams

Joëlle Jones

Ben Caldwell 

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