martes, 3 de enero de 2012

IN MEMORIAM: VICAR (1934-2012)

Por Mauricio García Castro, director del Museo de la Historieta de Chile. Conocí personalmente a don Víctor Arriagada Ríos, Vicar, en la inauguración de la exposición Ilustradores Chilenos del siglo XX, organizada por la Universidad Gabriela Mistral y Vittorio di Girolamo, en noviembre de 2004. Le solicité que nos contestará algunas preguntas para la página web de Ergocómics. Pese a su escaso tiempo, accedió amablemente a contestar nuestro cuestionario, que aquí entregamos.


Vicar visto por Diego Jourdan

Sabemos que Víctor Arriagada Ríos, más conocido como Vicar, nació en Santiago de Chile en 1934. Quisiéramos algún dato más específico.
Nací el 16 de abril de 1934, en Santiago.
Entiendo que estudió en la Universidad Técnica del Estado. Sergio Arriagada, hijo de Joaquín Arriagada, profesor de la universidad, recuerda que en su casa paterna, en La Cisterna, usted pintó unos murales, específicamente un Quijote con Sancho y una mujer polinesia. ¿Recuerda haberlos realizado?
¡Como si fuera hoy! Esa casa y su familia están en mis recuerdos más queridos. Para realizar el mural de El Quijote, leí el libro, el que he mantenido como uno de mis preferidos a través del tiempo. Años después retorné a la casa, pero nuevos propietarios habían realizado cambios y pintado sobre los murales.
Según nuestros antecedentes, se inició publicando en el suplemento Mampato, del diario El Mercurio, donde dibujaba a un caballito de igual nombre, que era el símbolo del suplemento. ¿Es cierto?
Así fue.


Viejo Verde

En 1956, obtuvo el Premio Clarín y, en 1957, el premio Barrabases, otorgados por el Círculo de Dibujantes ¿Son sus primeros premios?
Mis primeros premios fueron algún 7 en dibujo, pero Clarín y Barrabases fueron mis primeras premiaciones de importancia.
En revista Barrabases, primera época, década del '50, presentaba a Locutín y una serie que no tenía tema deportivo, Hipólito y Camilo, dos disparatados aventureros ¿Qué recuerda de ellos?
¡Hipólito y Camilo estaban locos! Eran una disimulada réplica de Laurel y Hardy que gustaba mucho a los lectores. Sus aventuras siempre se acercaban a los deportes.
En la revista humorística-picaresca El Pingüino, en la década del '50, destaca con el limosnero ciego Quevedo y un cuadro llamado Frasecitas. ¿Cómo fue su relación con Guido Vallejos, el editor de la revista?
Guido era un hombre al que todos admirábamos, aunque su actitud siempre aparecía un tanto distante. Pienso que era algo tímido, tal vez por su juventud. Esforzado, generoso. No escatimaba elogios por un buen trabajo ¡Una vez me premió un Hipólito y Camilo con un importante cheque!

Años después, en la misma revista El Pingüino, vendrá una carabinero (cuerpo de Policía uniformada de Chile) llamada Paquita. El dibujante Jorcar, que tiene un estilo de dibujo similar, nos relató que él dejó de realizar la serie Valverde, sobre un carabinero, para que usted pudiera iniciar Paquita. ¿Recuerda el tema?
Paquita nació en Barcelona. No supe que el querido Jorcar no continuara el Valverde por la llegada de Paquita ¡Absurdo! siempre los carabineros y las paquitas se han llevado bien.
En El Pingüino realiza, además Mitigueso, un pistolero y su caballo, en los años '60 ¿El nombre surge de los revólveres Smith&Wesson?
Mi abuelo tenía una linda mitigüeso. El personaje se vendió muy bien en Europa. Incluso detrás de la cortina de hierro. Le favorecía que era humor "mudo". El nombre cambió por allá y se llamó Bang-Bang-Sam.



Huaso Ramón

Sin duda su personaje inolvidable es el Huaso Ramón, que constituye uno de las mayores creaciones humorísticas chilenas, no suficientemente valorada por la época y su difusión. No constituía una tira, sino que era una página completa, lo que le permitió desarrollar el personaje y dotarlo de una familia y amigos, con muy buenos diálogos y graciosos dibujos, todo muy chileno, sin caer en la grosería. Cuéntenos su origen.
En lo profundo, se origina en mi nostalgia por Chile. Los guiones originales llevaban muchas horas de trabajo. También los diálogos. Cuando dibujaba el horno de pan, mi memoria olfativa me llevaba al pan amasado con queso de chanco y mantequilla del sur.
En revista Topaze, durante los años '50, dibujaba chistes varios y una tira sobre (Jorge) Alessandri (Rodríguez, presidente de Chile entre 1958 y 1964), llamada El Paleta, de indudable calidad ¿Cuáles son sus recuerdos de la famosa revista política, sus personajes y dibujantes?
Los mejores. Cada lunes almorzábamos en el Club Italiano, siempre con un invitado de honor. Ibáñez nunca vino. Pero, cuando entregó el mando, nos invitó a un gran banquete bajo su mítica higuera. Nuestro equipo, al mando de Azócar, éramos Pepo, Alhué, Jimmy Scott, Mono, Alfonso Reyes Meza y los plutos Olivares. Nos queríamos todos.
Pepo, aparentemente en convenio con Zig-Zag, publicó la revista El Saquero, el deporte en chunga, en 1959, donde Vicar publica sus historietas, sin personaje fijo. ¿Qué recuerdos tiene de la revista y de Pepo?
Pepo siempre me acogió con su amistad generosa. Le tuve una gran estimación como persona y admiración por su arte. El Saquero era un Topaze del deporte. No resultó, cosa bastante inesperada.
En los inicios de los años '70, en la revista de Guido Vallejos Viejo Verde, presenta un personaje del mismo nombre, un anciano elegante y mujeriego. Luego la continuaría Ric ¿Qué recuerdos tiene del personaje?
Buen personaje. Gustó mucho en Alemania. Dejé de hacerlo porque coloreaba en directo y eso lleva su tiempo.
Lo mismo con la historieta Rosalía, la empleadita caballa, publicada en revista Cosquillas.
Me habría gustado conocer a la Rosalía. No fue personaje mío, tal vez del catalán RAF.
Recuerda la revista humorística Ganso, de fines de 1973, en la que participó.
Nada. Yo vivía en Barcelona.


El Pato Donald de Vicar

Se que vivió muchos años en España, pero no tengo los antecedentes de tal hecho en forma más precisa. Me podría contar sobre ella.
Salí a Buenos Aires en el ‘60 en avión de hélice. De allí en el cabo San Roque hasta Barcelona, donde anclé por 15 intensos años.
En el suplemento de historietas de La Tercera, de 1980-81, encontramos el humor presente con el Waso Ramón, Quevedo y Paquita de Vicar ¿Cómo fue su ingreso a este gran suplemento, dirigido por Vittorio di Girolamo?
Me llamó el gran Vittorio y me preguntó “¿dónde está ramoncito?” -aquí en un cajón- ¡sácalo y tráelo que lo quiero para mi suplemento!”. En La Tercera se paseó por 5 años a través de todos los suplementos. Me entusiasmé y realicé nuevas historias que gustaron tanto que las copiaron. Bueno.....
El Huaso Ramón se presentó simplemente como Ramón en dos álbumes en 1989, tamaño gigante, de 40 páginas. Fue una recopilación de sus mejores chistes, incluyendo algunos inéditos. También aparece la tira Paquita en Editorial Condell, impresa en E.M.E. S.A. ¿Volvería a editarlos?
El tiempo que todo se lleva por delante dejó a los huasos arreando vacas en bicicleta. Ramón pertenecía a su mundo, ya ido.
Usted es considerado uno de los mejores dibujantes del Pato Donald y otros personajes Disney. Así figura en muchos sitios internacionales ¿Desde cuándo realiza este trabajo y cómo llegó a hacerlo?
Hago Donald ya por más de 30 años ¡Y me gusta! Es el personaje más completo y mejor estudiado. Una creación maravillosa, Donald y su mundo.
Siempre pensé que una historieta Disney, en que le venden el Morro de Arica a Rico Mc Pato, la había realizado un chileno y que, por casualidad, es de su autoría.
Nunca supe de esa historia. En todo caso, nunca podría haber sido hecha por un artista chileno, porque el morro nunca va a estar en venta ¡Nos costó muy caro! (Nota del autor: En realidad, en la historieta engañan al Tío Rico, una típica estafa chilena).
¿Cuáles son sus trabajos y proyectos en estos últimos años?
Uno nunca para de inventar y soñar. Tengo muchos proyectos en el cajón de las ilusiones.
Agradecemos su atención al mejor dibujante del Pato Donald del mundo, pero al que siempre recordaremos como padre del Huaso Ramón.

Hoy, 3 de enero de 2012, luego de una larga enfermedad, Vicar ha partido en busca del creador.

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