lunes, 12 de abril de 2010

BOGGART: HABÍA UNA VEZ...

El Boggart es una criatura de la mitología celta, de raíz malévola aunque no cause daños verdaderos. Pareciera ser bastante casero, ya que suele esconderse en las casas de los humanos. Aparentemente, le gustan los lugares oscuros. De ahí su predilección por los armarios, los sótanos, el pie de las camas. Algunos dicen que de su nombre deriva el Bogeyman, denominación anglosajona para nuestro Hombre de la Bolsa. Nada que ver con Bogart. Hasta que Carlos Trillo y Horacio Domingues vieron la conexión que nadie vio antes. Bogart-Boggart.
Más allá del juego de palabras, Bogart y Boggart comparten algunas otras cosas. La profesión e imagen icónica del detective. La del duro que sabe ser tierno, o la del tierno que sabe ponerse duro, dependiendo de la situación. Son amantes apasionados, muy inteligentes y sumamente curiosos. Observadores. Conocedores de la naturaleza humana o de la naturaleza mística. Con una envidiable facilidad para meterse en problemas. El Boggart, además, posee la capacidad de adoptar diversas apariencias, pero por ahora vamos a quedarnos con esta que los autores eligieron para el segundo álbum de la flamante colección de Historieteca Editorial (http://historietecaeditorial.blogspot.com/). Una obra dada a conocer en Francia en el 2003, bajo el rótulo La Mauvaise Fée; rebautizada con el definitivo Boggart en Italia, en 2007.
Bogart y Boggart comparten otra cosa, mucho más definitiva y absoluta. La muerte. O, mejor dicho, la capacidad de pararse frente a la muerte y deducir (con la mente o con los puños), las razones y las motivaciones tras un asesinato. En las calles de la ciudad desnuda. O en los bosques mágicos del ciclo artúrico y las odas shakesperianas, poblados de hadas y seres fantásticos en peligro de extinción. Porque al arrancar el álbum, vemos cómo asesinan a una delicada hadita. Le arrancan las alas. La dejan desangrar. Hasta morir. Le roban todo su “polvo de estrellas”, sustancia inasible que en nuestra realidad conocemos con otro nombre. Inspiración.
Por suerte, Trillo y Domingues elijen un tono cómico y melodramático para abrir el abanico argumental. Si la muerte de un hada es algo catastrófico, imaginen qué puede llegar a ser el asesinato serial de cientos de hadas. Porque ese es el caso que Boggart debe resolver. Con la ayuda de una Boom, que es la hada que proteje el sueño de los niños. Anorexica, para más datos, porque aquí (en el reino mágico y en la historieta) todo puede ser entendido también como una metáfora nada sutil de las costumbres humanas. Como si la magia respondiera a la misma lógica ilógica que el mundo fuera de las viñetas.
Novela de corte policial posmoderno, abierta a la hibridación de géneros, Boggart no sólo pone en escena un crimen, sino también el proceso íntegro de su resolución. Con la infaltable y necesaria femme fatale, el pasado que une al héroe con la principal sospechosa; y la respuesta a todas nuestras preguntas exhibida con tal desparpajo que la vuelve invisible al ojo del lector. Una sola cosa empaña el final feliz. La capacidad del mundo real para destruirlo todo.
Hasta la imaginación.
Fernando Ariel García
Boggart
Guión:
Carlos Trillo
Dibujos: Horacio Domingues
Portada: Horacio Domingues
56 páginas a todo color
Historieteca Editorial
ISBN: 978-987-25491-1-4
Argentina, abril de 2010

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